#CAMINATA CONSCIENTE 23 MARZO 19

OFRENDA MUSICAL AL COSMOS de @JAScompositor - sábado 23 de marzo de 2019

El viaje comenzó en el restaurante ecológico Las Corocoras en el corazón del Parque del Este, donde laten fuerte todos los seres.

Para el abordaje se dividieron los tripulantes en los cuatro puntos cardinales.

Al Norte, el elemento agua. Un bosque mágico donde habitan duendes y una hada. El agua que da vida y energía a árboles, sus flores y frutos, a aves, reptiles, insectos y otros animales y es el espejo y extensión del Avila y del cielo.

Al Sur, el elemento fuego. Una dríade mimetiza La Ceiba, ambas nos transportan a las alturas de sus ramas y a la profundidad de sus raíces. En su interior sentimos el calor protector, es la mujer y la maternidad, es el refugio de todos los seres espirituales.

Al Este, el elemento aire. Una dríade con alas recibe a los tripulantes en la mancha de Triplaris cuyas flores vuelan al despegarse del árbol movidas por el viento. Diseminan el amor, los sueños, las ideas al cosmos.

Al Oeste, el elemento tierra. Una dríade poetisa presenta el Caro Caro en verso. Representa la fertilidad, la fuerza y la monumentalidad de los retos superados. Es el equilibrio que nos mantiene firmes y seguros en el suelo.

Luego de que los tripulantes recorrieran los cuatro puntos cardinales, elementos que todos los seres necesitan, nos reagrupamos y nos dirigimos, unidos, al Axis Mundi, el eje del mundo.

En una mancha de Mijaos nos esperaba la Diosa Madre, es la Madre Cósmica que recibe a las ninfas, duendes y tripulantes para recibir tres bendiciones, El Baño de Bosque, El Abrazo al Árbol y La Plegaria Maya de las Siete Direcciones Galácticas, Así cerramos este recorrido con esta hermosa invocación para la Paz y la sanación de Madre Tierra. Aho!

Nos dirigimos al Planetario para abordar La Nave e iniciar este vuelo al cosmos con la #OfrendaMusical 20.

Se apagan las luces, se enciende el cielo, en el silencio vemos las estrellas, los planetas, las estrellas fugaces, las coordenadas, los puntos cardinales.

"Empezamos..." se escucha, una oración musical al universo. El piano es protagonista, a veces suenan a gotas en un vaso y otras a torrenciales aguaceros, también a truenos. Están presentes lo masculino y lo femenino, el macho y la hembra en forma de violines, los acompañan los sonidos indígenas del viento y del agua que nos trae un duende, los movimientos de la danza tribal de una ninfa, todos nos relajan y emiten sensaciones como las vibraciones de El Amarillo y Los Cuernos. La Ocarina se hizo presente y fue la señal para que los tripulantes usarán las semillas sonoras, elementos sonoros de la naturaleza.

Entre cada pieza surge el silencio, nadie aplaude, estamos hipnotizados y en esa oscuridad levitamos, flotamos en el espacio, nos transformamos en seres cósmicos.

Renacimos sin haber fallecido, rejuvenecimos sin haber envejecido, construimos sin haber destruido, viajamos al cosmos sin haber salido. Una experiencia natural, musical y cósmica extraordinaria.

Ivo Gómez