caminata consciente 28/05/19

CAMINATA CONSCIENTE - martes, 28 de mayo de 2019.

Y la lluvia llegó y bendijo el suelo


Honor a la primera lluvia. Reunidos en Las Corocoras nos sentamos alrededor de Victor Guara quien nos leyó una extensa lista de flores y plantas con su simbología en algunos casos relacionados con su color, o su textura, o su forma, o sus propiedades, o su magia.

Empezó a llover y el profesor Antonio Alfonzo nos llevó a una meditación para escuchar la lluvia y retroceder a la infancia, acompañados por el canto de "La gota Espesita" escrito de su puño y letra.

Hubo una lluvia de recuerdos sobre LA LLUVIA o relacionados al agua, que cae del cielo.

Recuerdos de caminar, jugar, saltar bajo la lluvia.

Los poderes curativos de algunos ríos, de las propiedades del agua de la primera lluvia del año. Explicó el profesor Antonio la diferencia entre las propiedades del agua potable y el agua de lluvia, que es más amigable y poderosa para la naturaleza.

Víctor y María fueron agraciados con un par de ocarinas en forma de tórtolas. La Tórtola es un ave que destaca por la fidelidad, signo de amor verdadero, símbolo del amor eterno. Víctor y María unidos en el Camino de la Vida, la misma letra, la "V", con la que se escribe Venezuela.

Escampó y procedimos a caminar con el compromiso de algún día realizar una #CaminataConsciente totalmente bajo la lluvia.

Salimos de Las Corocoras rumbo al Jardín Xerofítico. La primera parada fue en el Roso Blanco, árbol emblemático del estado Miranda. Pudimos ver algunas de sus semillas chatas y redondas.

¿Cuantos rosos hay en Miranda?

• Roso Blanco o Brownea leucantha Jacquin

• Roso Rojo o Brownea macrophylla

• Roso Rosado o Brownea gran diceps Jacquin

Bordeando el Jardín Hidrofítico, del lado izquierdo hay un gran Taparón. Comentábamos sobre el hedor desagradable de su fruto y el perfume agradable de su flor. Jesús Dittmar nos muestra que la flor del Taparón es tan especial que fue la escogida como portada por Jesús Hoyos en su libro "Guía de Árboles de Venezuela".

José Luis Mateo, bucólicamente nos pide observar como la lluvia enaltece los colores. Verdaderamente los hace más brillantes, intensos e vibrantes.

En el extremo noroeste del Lago Hidrofítico, Jesús Dittmar nos señala El Philodendron que es una planta amiga de los árboles porque crece sobre los árboles de selvas tropicales que utiliza como soporte.
Pertenece a la familia de las Araceae y su particularidad son sus hojas muy grandes, brillantes.

Ahí, en la contemplación, avistamos a un Guaco, Conotos, Zamuritas, Pitirri Chicharrero, Azulejo, Canarito de Tejado, algunos estaban sobre un Palo María y abajo a sus pies un Philodendron. El profesor Antonio comenta sobre los Líquenes y Musgos que se observan en la corteza del Palo María. 

Al lado hay una mancha de Bambúes, nos acercamos en silencio porque estaba repleto de Golondrinas y Gonzalitos.

Y llegamos al Copey, Mayu nos muestra la particularidad de sus hojas y la pegosidad del centro de su flor. Jesús Dittmar acota que es una Crasa.

Los Cactus y Crasas pertenecen a la misma familia de las suculentas con la diferencia de que crecen en lugares distintos. Como la #CaminataConsciente es en honor a las lluvias, visitar estas suculentas se justifica mencionarlas porque se adaptaron al espacio en que viven por su forma de guardar el agua, gestionando y optimizando el agua.

La familia de las suculentas comprende 8.000 especies diferentes.

Las Crasas, como El Copey, también almacenan el agua. Pero, a diferencia de los Cactus, lo hacen en sus hojas: son carnosas y, según el riego al que las sometamos, se dilatan más o menos.

Podremos observar los más espectaculares Copey en el estado Falcón.

El fruto del Copey es verde por fuera, por dentro es amarillo claro con una vibrante pulpa anaranjada y semillas rojas.

La flor es blanca con tonos rosa, en su centro se encuentra un botón brillante color caramelo muy pegajoso.

Los imponentes Ebanos Granadillo (Dalbergia Melanoxylon) familia de las fabáceas, distraen nuestra ruta al Jardin Xerofitico con sus ramas entorchadas y sus raíces prominentes que se esparcen por la tierra resinosa. Su madera es utilizada en la fabricación  de las flautas. Caminamos por esta mancha botánica, conformada por estas maravillas arbóreas y encontramos uno más pequeño: El motivo es que fue sembrado muy cerca de otro, que absorbió su majestuosidad. De aquí  la importancia de dejar un espacio prudencial entre cada árbol cuando se realiza su siembra.

Nos tropezamos con una tiña floreada y Wilmer Nebrada explica, que ella es una especie de Bromelia, la cual en si misma no es dañina, pero las bacterias y parásitos que encuentran en ellas un ambiente propicio para multiplicarse la convierten en nociva para los árboles.

Como siempre el gigante y espectacular Mijao o Caracoli (Anacardium excelsum) nos fascina con su  imponente presencia.

Al lado Los Chaguaramos (Roystonea olerácea) especie de Palmeras, conocido como el Jardín de Los Periodistas, porque fueron ellos quienes los sembraron, algunos conservan su hermosura otros ya no y sirven de hábitat a los pericos que en pareja se acarician y por ello entonanos una estrofa de Somos Novios...pues los dos sentimos mutuo amor profundo.

Ya a las puertas del Jardín Xerofitico, con más de 8 mil 751 metros de fascinación, Jesús Dittmar y Wilmer Nebrada, libro en mano, nos refieren las diferencias entre el Palo de Mulato, familia de Rubeáceas  y el Indio Desnudo, Bursera simaruba,  el primero de líneas verticales y el segundo de piel de escamas. Quedamos pendiente de desentrañar las delicias de las especies allí sembradas.

En el tablero de Ajedrez, frente a la Concha Acústica, realizado con mosaicos grises y negros, que da la bienvenida a los visitantes del Parque, esbelto, vital y maravilloso está un Hueso de Pescado (Albizzia), que abrazamos gustosos y nos deleita con su olor a vainilla.

Ahijooooo, ahijo a casa a descansar,  impregnados del olor a tierra mojada...Una hermosa ranita cantarina, dichosa por la lluvia, nos despide hasta la próxima # Caminata Consciente, que no es lo mismo contarla, que vivirla...

Ivo Gómez y Judith Brito Cornieles