ESPECIES ARBÓREAS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN EN VENEZUELA
Nombre Científico: Talisia oliviformis (H.B.K.) Radlk
Familia: Sapindaceae
Dimensiones H – diámetro: Alcanzan de 6 a 12 mts. de altura.
Follaje: Tupida de color verde oscuro. Fruto elíptico-ovalado de unos 2 cms. de color verdoso.
Tiempo de Vida: Larga.
Tiempo de Crecimiento: Lento.
Mantenimiento: No es exigente.
Raíces: Profundas.
Ubicación Ideal: Estable en el sol.
Se Vende: Unidad en bolsa negra.
Precio: De acuerdo al tamaño.
Por ello, brigadistas ambientales de la Secretaría de Educación realizaron la segunda recolección de semillas en las instalaciones del Zoológico Parque Sur, ubicado en el municipio San Francisco.
Los brigadistas recolectaron semillas de nueve especies en peligro, entre los que están: Caro-Caro, Canoruco, Lluvia de Oro, Cotoperiz, Tamarindo, Dividive, Acacia, Roble o Apamate y Flor Amarilla.
Según la coordinadora de Ambiente y Salud Escolar de la Secretaría de Educación, profesora Paula García, esta actividad se realizó en conjunto con la Secretaría de Ambiente, Tierra y Orden Territorial y se contó con la participación de 60 brigadistas de las escuelas, adscritas al Ejecutivo Regional, de los municipios Maracaibo y San Francisco.
“Con estas actividades se busca desarrollar el eje transversal ambiente, ya que con estas experiencias significativas el niño adquiere el conocimiento al tener contacto directo con el medio”, comentó García.
Asimismo, informó García que esta recolección de semillas se realizó con motivo de la celebración del día mundial de las aves y de la biodiversidad y a la vez como colaboración a la misión árbol que se viene desarrollando desde el Gobierno nacional, a través del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente.
La semillas recolectadas, informó García, “serán seleccionadas por especie y mayor grado de extinción y luego pasaran a ser reproducidas en los viveros de las Escuelas Sociales de Avanzada (ESA) Gabriela Mistral y Ramón Reinoso Núñez, así como en el vivero de la Secretaría de Educación y el Instituto Autónomo Regional del Ambiente”.
En Venezuela existen 570 plantas en peligro de extinción como consecuencia de la destrucción de su hábitat para la construcción de viviendas, la implementación de actividades como el cultivo y la ganadería, además de su extracción ilegal para fines comerciales.
Estas son algunas de las conclusiones que se extraen de la segunda edición del Libro Rojo de la Flora Venezolana, desarrollado por el Centro de Investigaciones del Instituto Experimental Jardín Botánico y por la organización Provita, que trabaja por la conservación del ambiente y de las especies amenazadas.
Los libros rojos son compilados de investigaciones acerca de las especies de flora, fauna o de los ecosistemas que se encuentran en peligro de extinción. Con estas publicaciones se pretende llamar la atención de toda la sociedad para que se dediquen a tomar medidas de protección contra las especies amenazadas.
La investigadora Irene Fedón, del Jardín Botánico de Caracas, explicó que para este trabajo se realizó una evaluación exhaustiva del estatus de conservación de especies de plantas en Venezuela como algas, hongos, helechos, plantas, árboles y musgos, que se consideran con algún nivel de riesgo.
“Se contabilizaron más de 630 especies a las que se les realizó una ficha técnica en la que aparece el nombre científico y común de la planta, familia, localización y estado de conservación”, reveló Fedón, quien agregó que una de las novedades de esta edición es que el libro incluirá fotos y dibujos a color o blanco y negro. Con estos apoyos gráficos se espera que las personas puedan identificar y proteger las diferentes especies de futuros daños.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) establece que mientras más restringida es la distribución de una especie, mayor será el peligro de extinción al que esté sometido, como es el caso de Venezuela, pues la mayoría de la plantas en peligro crítico se debe a la destrucción de su hábitat o extracción para fines comerciales.
“La situación actual es crítica porque se está acabando con los ecosistemas para promover actividades como ganadería, cultivo y construcción de viviendas, es por ello que en el país el principal factor de riesgo de los ecosistemas es el hombre que daña, deteriora y destruye todo a su paso”, acota.
Las plantas con mayor peligro de extinción son aquellas localizadas al norte del Río Orinoco; la Cordillera de la Costa, en Los Andes y Llanos venezolanos, mientras que las ubicadas en lado sur del río están en mejor estado porque existe más espacio y poca gente.
Especies en peligro
Una especie emblemática que están por desaparecer es el Lirio Sabanero, que abundaba en los Llanos pero que en la actualidad ya no se consigue porque las personas la extraían y sembraban en sus hogares. Otra planta en peligro es la Orquídea de Navidad, única en el mundo, sacada de su ambiente natural para venderla.
Para la especialista, en Venezuela falta crear conciencia de conservación, además de aplicar medidas de control más efectivas.
“El venezolano carece de consciencia verde, interponen sus intereses económicos por encima de cualquier otro bien. Al saber que existe una planta única o que está en peligro de extinción, no piensa en la conservación, sino más bien en el valor monetario en qué se podrá cotizar la planta”, expresa.
Advierte que existe un contrabando de especies endémicas de Venezuela que salen del país sin ningún tipo de permiso, esto se debe en parte porque se las llevan en semilla por lo que es difícil que se detecten en los aeropuertos del país.
“Aquí no se tiene ni idea de lo que se tiene, por lo tanto no lo valoran y mucho menos lo conservan”, concluye Fedón.
Los investigadores y editores principales del proyecto son: Irene Fedón, Ana Huérfano y Julián Mostacero, quienes contaron además con un grupo multidisciplinario profesionales de todo el país para los trabajos de campo.
La idea de publicar el libro es que los venezolanos conozcan las especies que están en peligro de extinción y ayuden a su conservación. Además de crear alianza con entes públicos o privados que estén dispuestos a prestar apoyo para el traslado de las especies con mayor peligro e iniciar así los trabajos de conservación.
Gabriel Barreto | http://www.eluniversal.com
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