E573
Se presentan los principales resultados para
la especie Anthodiscus
chocoensis, obtenidos por el proyecto “Conservación de especies
forestales en peligro de extinción”, desarrollado entre el 2011-2013 por tres
universidades estales: la UNA, el ITCR y la UNED. Durante la exploración de
campo se comprobó que esta especie tiene un área de distribución natural
efectiva muy reducida, la cual abarca solo el 3% del país. Una tercera parte de
su hábitat natural se encuentra legalmente protegido, lo que representa
únicamente el 1% del territorio nacional. Se le encuentra normalmente en
pequeñas áreas boscosas remanentes, desconectadas entre sí, en el pacífico
central y sur del país. En su hábitat natural es escasa, debido a que sus
poblaciones naturalmente están formadas principalmente por árboles dispersos,
y/o a la intensa explotación a la que ha sido sometida. Las poblaciones
actuales están compuestas por pocos árboles adultos, con escasa presencia de individuos
jóvenes y plántulas en los estratos inferiores y el piso del bosque. La copa
del árbol alcanza el dosel superior del bosque, siendo una especie heliófila en
su madurez. Las condiciones ambientales que requieren los individuos juveniles
no están claramente determinadas, pero las observaciones de campo sugieren que
las plántulas no sobreviven en condiciones de bosque denso con poca luz a nivel
del piso. Se observó una mejor germinación y supervivencia de plántulas en un
claro dentro del bosque. En el borde del bosque y en áreas a campo abierto
aledañas a este, con mayor intensidad lumínica, no se observó la presencia de
árboles jóvenes ni plántulas. La floración ocurre mayormente entre los meses de
marzo a mayo, simultáneamente con la producción de hojas nuevas. Los frutos
alcanzan la madurez principalmente entre agosto y noviembre. Los frutos
contienen 12 cápsulas y presentan generalmente entre 6 y 12 semillas (una por
cápsula), las cuales permanecen dentro del fruto durante la germinación. A
nivel de campo y de invernadero, se ha observado que solo germina una semilla
por fruto. Las causas de esto son desconocidas. En condiciones de invernadero
ubicado a 1240 msnm, la germinación fue lenta, irregular y baja, tardando entre
6 meses y 18 meses, obteniéndose plántulas en no más del 15% de los frutos. El
crecimiento de las plántulas en invernadero también fue lento, alcanzado una
altura promedio de 27 cm de altura a los 9 meses, para una muestra de 20
plántulas. Lo reducido de las poblaciones remanentes y del hábitat disponible,
la poca abundancia de la especie dentro del bosque, la erosión genética y la
aparente baja tasa de reproducción natural, sugieren una alta posibilidad de
que la especie se encuentre en peligro crítico de extinción y que sus poblaciones
pudieran estar por debajo del “tamaño mínimo viable”. Es necesario realizar
estudios detallados sobre su biología reproductiva y su dinámica poblacional,
así como sobre su variación genética y los niveles de endogamia que presenta en
las islas boscosas que habita, para definir una adecuada estrategia de
conservación. También es necesario desarrollar técnicas que posibiliten su
reproducción y conservación ex
situ
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