CAMINATA CONSCIENTE 11/04/2019
La tarde de hoy se trazo un
objetivo, en la búsqueda de nuevos misterios, previamente Maria Eugenia nos
relato algunos aspectos ibteresante de la creación del parque, y nos mostro una
foto de 1956….y buscaremos replicar esa escena del pasado, hacia el gran ocho….!.nos
fuimos hacia el oeste y encontramos la querida Ceiba (Ceiba Pedantra) y Antonio
nos da unos detalles legendarios de ella…vemos sus semillas que aun no se abren
para ver el Kapok o el algodón,,,presumimos que debe haber alguien que causa
esta situación,,,pudimos apreciar muchos insectos …unas chinches…todas
copulando….una fiesta! Queda este misterio por develar…pasamos por unos
matapalos y Oswaldo nos habla del sicono…que es su infloresecencia muy especial…vimos
entonces la Cesalpinea Brasilera , nos dice Brito de su gran peligro de extinción
en Brasil, aquí entendimos el tipo de hoja, la hoja compuesta en este caso es
bipinnada…Mikel nos pide ir en silencio,,,buscar el baño del bosque…pues es
posible ver el gavilan Pantalon…y oímos guacamayas nerviosas...llegamos al ocho…encontramos
la foto..Antonio nos canto una canción del churuguaro…y nos tropezamos con otro
misterio, una cesalpinea leguminosa,,,se parece al cascaron o Siete conchas, pero podria sel el Qbrahacho blanco, una Aspidosperma...
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CAMINATA CONSCIENTE, jueves 11 de abril de 2019.
#CaminataConsciente sensibilizando los sentidos.
La caminata comienza con un aire pesado por la humedad e intenso por el humo de los incendios que ocurren cerca de Caracas.
Pese al calor, salimos del restaurante se Las Corocoras a la derecha para detenernos en el Triplaris donde observamos que en sus ramas ya empiezan a nacer sus hojas, es tiempo de reverdecer, es tiempo de renovar y de cambiar. También se observa un camino despejado por las hormigas trabajadoras en su lucha incesante para lograr los objetivos. Debemos respetarlas, cuidarlas y atesorarlas.
De ahí nos fuimos a La Ceiba, muchos de sus frutos, aun sin madurar están por el piso por la acción de otras aves. Dentro de los frutos y por todo el área vimos a Las Chinches Marchadoras - Dysdercus Bimaculatus, las vimos copulando ya que pasan la mayor parte de su vida adulta en eso.
Llegamos al oeste del parque, la Sabana está muy árida, el aire pesado, el paisaje nublado y el cuerpo cansado.
Nos piden quedarnos en silencio para no auyentar al Gavilán que persigue y molesta a las Guacamayas. Mientras unos buscan fotografiar al Gavilán, otros detectan al lado de una mancha de Carutales un árbol con unas hermosas semillas, posteriormente identificado como El Amargoso o Palo Amargo - Aspidosperma Cuspa. No es casualidad que nos encontraramos con este árbol, por ser un trago y trato amargo la falta de respeto de las personas hacia la naturaleza y hacia las otras personas.
En minutos se recogieron 3 bolsas de basura, mayormente plásticos, dejados, botados, olvidados por personas que no se les puede decir usuarios del parque.
Por detrás de El Samán y de El Flamboyán, un conjunto de enormes piedras que lamentablemente la usan como si de un baño público se tratara y el olor es tan desagradable que rápidamente salimos de ahí y nos acercamos a un Samán Margariteño. Aún seguían buscando al Gavilán cuando unas Guacamayas pasaron en bajo vuelo a toda velocidad apenas a unos 20 centímetros de nosotros y atrás muy entretenido El Gavilán.
Seguimos hacia el lago de los botes y pasamos por una mancha de Jaboticabas totalmente secas, esperamos las lluvias para saber si sobrevivirán.
Desganados por la sequía y desidia pasamos por el Ficus Religiosa y el Hueso de Pescado para llegar al lago.
Nos fuimos para el estacionamiento 2, observando el sol rojo sangre, sangre que derrama poco a poco, se desangra sin parar.
Al mismo tiempo se escuchan Las Chicharras, emiten un sonido que inmediatamente nos envuelve, no cantan estridulan, lo hacen los machos para marcar territorio o cortejar. Es un grito que clama, es un quejido que se lamenta, es un reclamo al abandono, es un aviso de la naturaleza del cambio que viene del clima, La chicharra es profeta, anuncia una nueva temporada, también tradicionalmente anuncian la Semana Santa.
Tiempos de reflexión, de educación ecológica, vientos de cambios, de avanzar, evoluir y progresar.
Las #CaminatasConscientes son irrepetibles y novedosas, aprendes a desarrollar, explorar y entender todos tus sentidos. ¡ATRÉVETE A CAMINAR!
Ivo Gómez
CAMINATA CONSCIENTE, jueves 11 de abril de 2019.
#CaminataConsciente sensibilizando los sentidos.
La caminata comienza con un aire pesado por la humedad e intenso por el humo de los incendios que ocurren cerca de Caracas.
Pese al calor, salimos del restaurante se Las Corocoras a la derecha para detenernos en el Triplaris donde observamos que en sus ramas ya empiezan a nacer sus hojas, es tiempo de reverdecer, es tiempo de renovar y de cambiar. También se observa un camino despejado por las hormigas trabajadoras en su lucha incesante para lograr los objetivos. Debemos respetarlas, cuidarlas y atesorarlas.
De ahí nos fuimos a La Ceiba, muchos de sus frutos, aun sin madurar están por el piso por la acción de otras aves. Dentro de los frutos y por todo el área vimos a Las Chinches Marchadoras - Dysdercus Bimaculatus, las vimos copulando ya que pasan la mayor parte de su vida adulta en eso.
Llegamos al oeste del parque, la Sabana está muy árida, el aire pesado, el paisaje nublado y el cuerpo cansado.
Nos piden quedarnos en silencio para no auyentar al Gavilán que persigue y molesta a las Guacamayas. Mientras unos buscan fotografiar al Gavilán, otros detectan al lado de una mancha de Carutales un árbol con unas hermosas semillas, posteriormente identificado como El Amargoso o Palo Amargo - Aspidosperma Cuspa. No es casualidad que nos encontraramos con este árbol, por ser un trago y trato amargo la falta de respeto de las personas hacia la naturaleza y hacia las otras personas.
En minutos se recogieron 3 bolsas de basura, mayormente plásticos, dejados, botados, olvidados por personas que no se les puede decir usuarios del parque.
Por detrás de El Samán y de El Flamboyán, un conjunto de enormes piedras que lamentablemente la usan como si de un baño público se tratara y el olor es tan desagradable que rápidamente salimos de ahí y nos acercamos a un Samán Margariteño. Aún seguían buscando al Gavilán cuando unas Guacamayas pasaron en bajo vuelo a toda velocidad apenas a unos 20 centímetros de nosotros y atrás muy entretenido El Gavilán.
Seguimos hacia el lago de los botes y pasamos por una mancha de Jaboticabas totalmente secas, esperamos las lluvias para saber si sobrevivirán.
Desganados por la sequía y desidia pasamos por el Ficus Religiosa y el Hueso de Pescado para llegar al lago.
Nos fuimos para el estacionamiento 2, observando el sol rojo sangre, sangre que derrama poco a poco, se desangra sin parar.
Al mismo tiempo se escuchan Las Chicharras, emiten un sonido que inmediatamente nos envuelve, no cantan estridulan, lo hacen los machos para marcar territorio o cortejar. Es un grito que clama, es un quejido que se lamenta, es un reclamo al abandono, es un aviso de la naturaleza del cambio que viene del clima, La chicharra es profeta, anuncia una nueva temporada, también tradicionalmente anuncian la Semana Santa.
Tiempos de reflexión, de educación ecológica, vientos de cambios, de avanzar, evoluir y progresar.
Las #CaminatasConscientes son irrepetibles y novedosas, aprendes a desarrollar, explorar y entender todos tus sentidos. ¡ATRÉVETE A CAMINAR!
Ivo Gómez
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