FUNDHEA y #CaminatasConscientes unidos en una aventura por el pasado en el presente para conocer un oasis en Caracas.
Este sería el recorrido:
• Plaza Sucre de Petare
• Iglesia Dulce nombre de Jesús
• Callejón Z
• Museo De Petare Barbaro Rivas
• Teatro Cesar Rengifo
• Capilla La Madeleine
• El Golfiao de Petare
Al igual que en las #CaminatasConscientes, en esta ruta surgieron oportunidades que hicieron que se modificara el itinerario previsto, haciéndolo único e irrepetible.
Subiendo la colina desde la Avenida Francisco de Miranda hacia el casco histórico de Petare podemos percibir la transición entre una zona bulliciosa a otra bucólica. Todos los sentidos nos transportan a otro lugar, nos olvidamos de la capital, entramos en otro mundo, el que quisiéramos que todo el país fuese así.
Empezamos en el corazón de Petare, en la Plaza Sucre de Petare. De las pocas plazas que no son de Bolívar y que por eso la hace aún más especial y que el guía Derbys describe con lujo de detalles. Mientras unos admiraban los diferentes árboles frondosos en la plaza, El Mamón Macho, El Caobo, La Uva de Playa, El Copey y El Samán, otros miraban alrededor de la plaza preguntándose si el local de los golfiaos estaría por ahí. En 1976 se coloca una fuente de la J. W. Fiske & Company of New York City propiedad de Joseph Winn Fiske.
Seguimos hacia el Callejón Z, donde encontramos una centenaria Ceiba. Las casas en el casco histórico están llenas de colores y las calles empedradas nos alejan y abstraen de la realidad. Por una calle llegamos al mirador que está sobre el Muro de Petare, la vista es amplia y poderosa.
Regresamos a la Plaza, pensábamos que para comer golfiaos pero ingresamos a la Iglesia Dulce nombre de Jesús. Encontramos una Iglesia enorme, repleta de feligreses, de reliquias, de flores, había música y un grupo cantaba. En el piso reposan muchos personajes importantes de este pequeño oasis.
Al salir, preguntan si vamos a los golfiaos, aun no había llegado el momento y nos dirigimos a La Casa Parroquial del Dulce Nombre de Jesús donde fuimos gentilmente recibidos por Susana Carolina Gil Olo quien nos acompañó durante todo el recorrido y juntamente con Derbys nos muestran los usos y costumbres, utensilios y tesoros de la Iglesia Dulce Nombre de Jesus. Vimos a Santa Efigenia, hija de Egippus y Eufenisa, reyes de Etiopía, se le realizó una película "La Virgen Negra" filmada una parte en Petare. La Casa Parroquial del Dulce Nombre de Jesús fue construida por orden de Don Antonio Xedler, tras su muerte, perteneció a su sobrino José María Xedler, sacerdote de Petare quien donó la residencia a los párrocos del lugar.
Hicimos el recorrido por detrás de la Iglesia quien sabe si para llegar a los Golfiaos de Petare pero resulta que a una de las caminantes, pensabamos que fue Concejal del municipio, la saludaba todo el mundo por la calle, y gracias a eso, nos invitaron a entrar a conocer el interior de una casa de antaño.
La típica casa colonial de un patio interno con vista a la torre del campanario y atrás las áreas de servicio donde encontramos un Grosellero y degustamos de sus dulces grosellas estrelladas. No era cualquier casa, era la casa de su Majestad Doña Luisa Josefina Jiménez Reina del carnaval de Petare de 1955 quien nos contó lo mucho que había disfrutado su reinado. Su sobrino nos habla de las casas de la corona, es el conjunto de casas al rededor de la Iglesia, pertenecientes a la aristocracia petareña.
Luego de tan prestigioso encuentro y reencuentro, como nos caería bien un Golfiao. Ya va! Petare es mucho más, Petare es teatro. Y nos fuimos al Teatro, conocimos el interior del Teatro Cesar Rengifo, una excelente sala de espectáculos.
¿Y los Golfiaos pa cuando? «El hambre es muy mala consejera», «La faim est un très mauvais conseiller» por lo que nos fuimos al Museo de Arte Popular de Petare Bárbaro Rivas donde fuimos recibidos por su directora Carmen Sofía Leoni de Moreno quien nos guió en el recorrido de las salas del museo. Esta casona fue construida por la familia Clemente del Valle en el siglo XVIII, por 1820 pasa a manos de la familia Saltrón quienes la alquilan al Cabildo petareño que la usa como despacho y Salón de Sesiones, cediendo un espacio para la escuela de primeras letras para varones. Luego pasa a manos de los hermanos Muñoz conocidos benefactores. Para 1864 el propietario es el señor Juan de Dios Guache, y monta la primera escuela de artes y oficios para jóvenes. Sus últimos dueños fueron la familia Monteverde y en 1983 pasa a manos del Concejo Municipal de Sucre del estado Miranda para restaurarlo y darle la función de museo.
Por fin iríamos a comer los golfiaos si no fuera porque recibimos una invitación de la aristocracia petareña que no podíamos rechazar. El sobrino de su Majestad la Reina del Carnaval de Petare 1955 cordialmente nos invitó a conocer su casa por la plaza Sucre. Al llegar nos dimos cuenta de lo que el guía Derbys nos había señalado al inicio de la ruta. Muchas veces una casa era dividida por los herederos, es el caso de la casa del Dr. Ernesto Rafael Rodríguez “Pochi”. Además de orgulloso petareño es el custodio de la imagen del Santo Cristo de la Salud, siguiendo la tradición que por 44 años tuvo su tío. Es una mitad de casa colonial con la mitad de un jardín interno, paredes muy gruesas que permiten una temperatura fresca y agradable en días más calurosos. Desde el Jardín observamos que el Jardín interno del vecino tenía una planta de Icacos, un fruto muy popular en el Zulia. En el Salón principal hay una ventana que da hacia la calle y por debajo tiene la indispensable poyera que si no fuera por Derbys no supiéramos su función.
Ahora si, luego de tan agradable recorrido nos fuimos a ver, conocer y comer los Golfiaos de Petare.
En la calle Pérez de León nos recibe el propietario Fran Suárez en su acogedor local lleno de fotografías y objetos antiguos cargados de historia como las historias que está deseoso de contar.
Nos empieza a describir Petare, es un resumen de lo que hemos visto, sentido, y olido. De como la quebrada El Oro, Caurimare y El río Guaire encierran un montículo en forma de corazón. Sobre ese montículo late el petareño que vibra porque todo lo hace con amor.
En la Panadería Central, por donde está hoy la redoma de Petare, los hermanos canarios María Duarte y Gregorio Vicente Duarte inventaron un pan dulce que los consumidores le llamaban Golfiao porque se parecía a una semilla que le nace al café en forma de Caracol.
También los hermanos Duarte son el centro de otra creación, su empleado con los restos de jamón creo un pancito con puntas y le pusieron el nombre del empleado, Cachito.
Fran Suárez rescata la receta original, sus Golfiaos son horneados a leña, con madera de Semeruco y Mango de Jardín, la masa tiene semillas de anís, trocitos de papelon y trocitos de queso llanero.
Hicimos un viaje al pasado con personas llenas de humanidad que hacen de este presente y del casco histórico de Petare un espacio hermoso, vibrante y acogedor.
Ivo Gómez
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